Ante los mensajes de distinto tenor sobre la problemática de
los perros callejeros en nuestra jurisdicción vecinal y la necesidad de organizar un operativo de castración que incluya a los mismos, debemos aclarar lo siguiente:
En primer lugar y ante la queja esgrimida por un vecino
sobre un grupo de perros que corren a las motos y maltratan a su perro,
pidiendo que la Comisión Vecinal arbitre los medios para solucionar ese tema,
le hacemos saber que no es función ni responsabilidad de la misma ocuparse del
tema. Existe un organismo municipal llamado SALUD ANIMAL, que está facultado y
capacitado para ello y ante el cual cualquier vecino puede hacer los reclamos pertinentes. Como siempre decimos, la Comisión Vecinal no
tiene en sus manos la solución de los problemas sino solamente toma el
compromiso de gestionar ante las áreas competentes. Sabemos
que muchos de los problemas no tienen la respuesta esperada,
pero hasta ahí llega nuestra responsabilidad.
En segundo lugar y ante el reclamo de vecinos o grupos de
vecinos dedicados a la defensa y protección de los derechos de los animalitos –lo
cual es absolutamente valorable y respetable- que piden que la Comisión Vecinal
se ocupe más y mejor del tema de perros callejeros, ya les hemos explicado que
tampoco está en nuestras posibilidades organizar rescates de los mismos,
llevarlos a castrar, etc.
Está claro que nuestra jurisdicción es mayormente propensa a la sobrepoblación de
perros abandonados cruelmente por “gente” inescrupulosa, pero lamentablemente
no contamos con el capital humano necesario para dedicarnos a solucionar este
grave problema. La Comisión Vecinal está integrada por un pequeño grupo de
vecinos que tienen sus obligaciones particulares y cuando pueden ofrecen parte de
su tiempo libre para gestionar los múltiples problemas que sufrimos en nuestros
barrios, máxime teniendo en cuenta la amplia jurisdicción que tenemos a cargo y
la cantidad de falencias que hay en la zona.
Algunos vecinos de nuestra comunidad esperan que la Comisión Vecinal
se ocupe de todos los temas y se enojan y critican cuando no logramos que se
resuelvan. Igualmente nos quedamos
tranquilos sabiendo que hacemos lo que tenemos que hacer, trabajando
silenciosamente todos los días reclamando por algún tema de los tantos que
aparecen a diario.
Sobre el ofrecimiento de diversas proteccionistas para
brindarnos ayuda en la difusión y concientización sobre la castración y cuidado
de mascotas, les ofrecemos nuestros espacios de comunicación con el vecino
(blog, facebook, whatsapp, etc), en la medida en que nos hagan llegar todo el
material del que dispongan. Pero tampoco estamos en condiciones de imprimir
carteles y salir a repartir por los barrios, por los mismos motivos expuestos
anteriormente.
Por nuestra parte, en su momento hemos difundido el
operativo de castración el cual consta de 45 cupos que ya están
cubiertos totalmente, y sería irresponsable seguir inscribiendo animalitos
sabiendo que probablemente no los puedan atender. Y también sabemos que de los
45 cupos luego hay varios que no son ocupados totalmente por diversos motivos,
pero eso –otra vez- escapa a nuestra responsabilidad, que es exclusiva de cada
vecino que pidió anotarse. Uno de esos motivos se debe a los cambios que sobre
la marcha hace el área de Salud Animal Municipal, que intempestivamente va
variando las fechas de operativos. En nuestro caso, nos dieron fecha para el
Jueves 7 de junio, y pocos días antes la adelantaron para el Martes 5, lo cual
complica los planes de aquellos vecinos que habían organizado sus ocupaciones
para poder concurrir. De todas maneras no consideramos necesario difundir
públicamente el cambio de fecha, porque se les avisó en privado a cada uno de
los anotados.
Sobre el ofrecimiento por parte de la gente que dedica su
tiempo a la protección de animales, a hacer relevamiento, difusión y otras acciones destinadas a la castración de perros
abandonados en la vía pública, la respuesta es que no hace falta nuestra autorización
para eso: lo pueden hacer libremente de la manera en que mejor les sirva de
acuerdo a sus propios tiempos y posibilidades.
Finalmente, agradecemos a quienes entienden las limitaciones, valoran nuestro trabajo y también a quienes colaboran
desinteresadamente para mejorar nuestro lugar en el mundo.
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